martes, 2 de septiembre de 2008

Diáfana oscuridad.



En la mañana
amanece la tarde
lentamente, y en ella
va naciendo la noche
ausente.

Los ritos funerales
me llaman a tu muerte,
mi corazón te sigue ferviente.

Sello mis labios
con un beso en tus manos,
beso las líneas de tus dedos,
tan sabios.

Busco en tus ojos la barca
para alcanzarte
pero en mi alma
solo escucho lamentarme.

Yo no quería separarme
de tus risas cálidas,
de tus formas de abrazarme

De tus silbidos vespertinos,
de tus historias,
en esa tierra fuerte
donde naciste.

Donde el sol
no se pierde en el río
donde por las noches
no hace frío.

Espérame, infinito
porque yo
te iré a buscar junto al río
en ese cielo inmenso
llamado Tumán.


  • "Y si los árboles mueren de pie Rino...¿Por qué yo no puedo?

  • En mi corazón está tu esencia, en mis venas tu sangre y en expresión tu sonrisa.

1 comentario:

María Paula dijo...

Gusa (: REAPARECÍ!

Tu post refleja mucho el sentimiento que se vive cuando pasan esas cosas.

Y si no nos morimos de pie, es porque tenemos que volar al cielo.·*

Te Quiero!