Reminicencias del pasado.

"Cuando nosotros éramos chiquitos nos gustaba jugar en la acequia de Tumán. Tu abuelo no le tenía miedo a nada se metía en el río y nadaba hasta el cansancio y, a veces, la corriente lo jalaba pero estaba ahí y ahí. Tu abuela, caray, parecía una amazona en su caballo, le hacía carreras a tu tía Bertha pero casi siempre le ganaba porque Berta es máas nerviooosa -¿cómo es no china? -cuando uno es chico no mide el peligro. Mi mamá siempre andaba nerviosa porque tenía miedo de que me pase algo, pero uno siempre a la aventura y sin medirse. En Tumán todo el mundo jugaba afuera de sus casas, no había peligro de que te pase nada, y todos éramos bien educados, no se ven las cosas que se ven ahora. Mi tío nos tenía bien al breque, nosa daba todas las mañanas aceite de bacalao y siempre huevos de gallina fresca, almorzábamos carne de la hacienda y a las tres de la tarde se servía el lonche: su buena taza de té y panes con queso de corte, mermelada fresca del monte.- ¡Quée rico! ¿no cholo?-. Yo sí extraño mi tierra, antes era bonita, ahora ya, ni su sombra...¿te acuerdas de la calle Real?, me acuerdo que todos los domingos me ponía mis vestidos de gasa y mi mantilla para ir a misa, antes nadie iba a misa sin mantilla; de los coros en la Iglesia-Yo cantaba ahí pues hijita y la Sra. Raquelita decía que yo cantaba como una palomita, siempre me invitaba desayuno y me decía que me lo tenía bien ganado por esa voz tan bonita- de la hacienda de los Pardo y de cuando llegaba la primavera. Yo me mandaba a hacer cada año mi vestido para la fiesta, eran de gasa bien bonitos todos para qué. Todo estaba lleno de plantas y de caña de azúcar, pura planta, todo verde. ¿Sabes a quién le gustaban las plantas Humberto?...a Jorge. ¿Te acuerdas de él? Medio loquito era, me acuerdo que le gustaba mirar el agua, luego cogía su balde grandote y lo llenabaaa hasta el tope y cargaba sin que se le cayera una gotita para darles agüita a sus plantas.-¡Jorge qué estás haciendo!. Nadaaa, nadaaa estoy regando a mis plantitas, mis hijitas...- así me decía podía no comer pero a sus plantitas nunca les faltaba agua..Ay esos tiempos, qué será de Jorge, ya debe haber muerto...era bueno el loquito y ¡comía bastante! cómo pasa el tiempo no?. Así es china, mira no más a Almeida..uno viene a este mundo para volver a irse..."

• No lo dije yo, lo dijeron mis abuelos.
• El corazón no olvida la esencia.
• :)