domingo, 6 de abril de 2008

Cosas de una tarde enraízada.




Me olvidé de mentir

ya no sé como fingir.

Tengo mil explicaciones

para justificar mis tentaciones

habrá que cambiar, así como lo hacen las estaciones
yo no quiero saber más de métodos y marcaciones

prefiero sumergirme en el otro lado de mis pasiones.

Lamento haber dejado de sentir en carne y hueso

eras tan apetecible como un árbol de cerezo

pero prefiero pecar de lejos

sin tener la sospecha de un corazón preso.

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