lunes, 25 de febrero de 2008

Semblanza: Mariana Rodriguez a Chiara Elice (La versión original)






A Chiara la conocí exactamente en el año 1997, cuando entrábamos al nuevo mundo del colegio, un lugar bastante grande para nosotras, pequeñas, en aquella época. Me acuerdo que estaba con sus típicas dos colitas super altas, casi parecía una chica super poderosa ja ja ja. Chiara siempre fue mi amiga a pesar de que estuvimos distantes algunos años y vivimos diferentes experiencias pero eso fortaleció nuestra amistad. Siempre dispuesta ayudar con la tarea, y de manera didáctica ja ja ja son los métodos Nari!, tendrás que patentarlos algún día...o en las labores sociales. Todos sabemos que tienes cualidades de líder( en verdad eres la presi más rebelde que ha tenido el CO.ES) y que siempre te harás notar en lo que sea que elijas para ti en la vida biatch y si bueno por A o B las cosas no nos salen muy bien ya sabes que podremos diseñar Vera Bradley o vivir de mendigas.

Quiero darte las gracias por estar conmigo siempre, por hacerme reír, por ir conmigo a todos los conciertos de Hoja de Parra, por guardar el "material" en la Prada negra, por peinarme, por quererme a pesar de mis ronquidos de cansancio nocturno juergueros cuzqueños, por ser mi Slut y yo tu Whore, por pintarme las uñas en clase de por tener ese sentido de compañerismo y solidaridad(aunque siempre gruñas como gato para prestarme tajador) muy presente y de ayudarme a salir adelante cuando el tiempo nos es adverso. Siempre sabes salir adelante!! You've got it! y eso es muy bueno porque te ayudará a superar obstáculos en la vida. Te Quiero muuuucho! Siempre son esa sonrisota que despierta a cualquiera. Nunca cambies Chiarita! y sabes que siempre estaré ahí para cantar trepadas en la pileta del colegio "My heart will go on" esperando a nuestro Jack.


Chiara y yo siempre fuimos princesas. Las princesas de la palmera afuera de la cafetería. Teníamos anillos mágicos con poderes que nos hacían volar, además de unas piedras mágicas que eran del color de nuestro príncipe. La palmera tenía unos frutitos naranjas que nosotras usábamos para curar a los heridos, y también teníamos a nuestro corcel Arrayán, algo parecido a Pegaso.
Esperábamos los recreos ansiosas para jugar. Incluso a veces peleábamos por nuestros reinos pero nada que no arregláramos al instante. Me acuerdo también que escribimos promesas y las guardamos en una cajita y la enterramos cerca de la pista de atletismo. Ahora puedo decir que la promesa se cumplió y la palmera siempre estará ahí para hacernos acordar del tiempo en que fuimos princesas.




  • Semblanzas escolares en Wellesley College Dear God!

  • La cosas cambian, nosotras no.

  • Te quiero loca!

  • S&W// B&S

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