El por qué de tu por qué es porque siempre que puedes explicarme por qué, lo haces de la mejor manera. Y termino entendiendo el por qué de esto y, si tal vez colgáramos en la pared nuestro explícito por qué no tendríamos que inventar tantas razones para descifrar la lírica de todos esos corazones. Y mientras otros dicen que la base para un buen corazón depende de cuántos por qué te dieron y si en realidad se los comieron, en realidad no he aprendido si un buen por qué justifica un buen corazón o si lo alimenta diariamente lo único que sé es que tengo un por qué rondándome diariamente sin razón fija ni aparente que al parecer solo quiere recordarme lo ausente cuando en realidad ni siquiera es suficiente aquel paseo exigente que atraviesa por mi sentido más inteligente.
- Porque sí pues.
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