domingo, 22 de junio de 2008

As, la Reina y un trece.




Tú igual que yo piensas los diálogos, vas armando las palabras en tu mente, que se acercan sigilosamente y te mides porque no te atreves. Escoges las que ves furtivas, siempre suaves, siempre atinan. Y no sé qué responder. Pieenso..pero no puedo, me dejas atónita. Paso. Y así como yo, sueltas tus cartas sobre la mesa y ves cómo avanza el juego. Y tú, igual que yo tienes miedo y mides tus palabras para no pasar la marca que enmarca el juego en el que vives y puedes pero no quieres mentir,no quieres sentir, mentirme; y por eso, pasas. Y así, seguimos y seguimos sin sentir y construimos la baraja que no hace si no ventaja sobre este dulce pan con mortaja. Tu turno. Y no es azar, porque yo no sé cómo en un abrir y cerrar de ojos conozco tu mundo acercándome a la barrera con la usura de ser visible, los que se ordenan por allá, aparecen por allá aún barajando las cartas. Yo no hago nada, tengo el As y la espada, pero nunca tu jugada. Tu turno. ¿Sabes qué?...deja el juego, quiero que seas arrebatado. Bésame.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Exelente final, Marianita.

saludos ;)