domingo, 8 de noviembre de 2009

el trece del mes que pasó




Toulouse se sienta en el marco de la ventana a oler el mar. Ni siquiera lo conoce pero parece disfrutar. Me acerco. Sí es el mar. Seguramente en otro lado, en la misma ciudad tú también estarás pensando en mí y me alegra; porque así como el mar inunda el puerto, también tú, cuando quieres, inundas mi corazón.

  • marea caprichosa.

1 comentario:

María Paula dijo...

q belleza! hace pocos días me pasó lo mismo... y sí, era el mar.