Cuando esté triste podré remitirme a esos recuerdos felices con los que nutriste mis raíces, pasado algún tiempo, cuando tenga la lluvia encima y no sea para liberarme, voy a buscar las nubes en el cielo y calmar mi temporal, pensando que el amparo será tu techo dos pasos más atrás. Pero ahora, que estoy en pleno cielo y todavía no lo he pensado se me hace tan difícil saber a dónde voy, es como la sensación del alcohol que inhibe cualquier razón. Somos tan opuestos mientras yo me cubro, tú me destapas y yo ya no puedo con tu presencia ulterior. Cuando por fin despierto, ahora... dime cómo te encuentro entre tanta mentira, cómo llego a tu corazón abierto si la única, mi puerta, la cerré yo con mis propias fuerzas; con quién me quejo si yo misma hice a la razón mi mejor celadora y al peor adicto: mi corazón, que hace fluir tu sangre. Hoy no puedo. Me reemplazo con dosis de alegría teatral y momentánea, saco lo que me queda en alma y, diáfanas como yo, mis letras también se quedan en el papel preguntando si hago bien. Y me apago al alba y al morir la flor y pienso que tal vez así mejor, y llegando a la frontera, no traspaso la barrera y me quedo con este dolor intolerable, y otra vez, somos dos, ya no distingo bien lo que soy. Y pasado un tiempo se vuelve costumbre la rehabilitación y vuelvo a la frontera para escoger cómo voy a recordarte y me embarga la pena y me como la quimera de que es mejor vivir con esto a vivir sin ello. Y regreso.
I found you
Is it the right thing to do?
How can I..when you won't take it from me
You can go your way
You can call it another lonely day.
1 comentario:
Mierda, Mariana, te juro que te chapo.
Publicar un comentario